Por: Mario Héctor Silva
Jueves 3 marzo, 2022

TORRE FUERTE
- De Liébano Sáenz, a Horacio Duarte
- Líderes del SNTE, “cómplices” de Javier Corral
- La ‘Fiesta’ de la gobernadora Maru Campos
- Es Rector, con venturoso porvenir político

De Liébano Sáenz, a Horacio Duarte
Para entender las resistencias y la soterrada lucha por el poder que se libra en la Aduana, ‘maquillada’ con la llegada y presencia de los militares en los diferentes puntos marítimos y fronterizos, el político chihuahuense, Liébano Sáenz es el caso más emblemático de las historias de “traición” y “corrupción” que hoy golpea también la estructura del político y empoderado hombre del presidente de México en la Administración General de Aduanas, Horacio Duarte Olivares.
Ambos, personajes políticos tan disímbolos, que pocos creerían, sin embargo, que han sido parte de la línea conductora donde se cruzan el crimen y la política, y donde los partidos y las ideologías entre el PRI que dejó Los Pinos y la ‘4T’ que se hospedó en Palacio Nacional, nada importan en el entramado de la corrupción y los millonarios negocios que se hacen en los puertos fronterizos de las aduanas en todo el país.
Y es Ciudad Juárez justo, en medio de los intereses que se mueven desde el centro del país, considerada históricamente la ‘caja chica’ del gobierno -cuyo puesto de administrador está valuado en no menos de 15 millones de dólares-, el punto de referencia para entender el trato duro y férreo, el despotismo y la ‘bota’ militar del General, Cecilio Martínez Arcos, de quien ya se cuentan muy malas cosas en apenas 15 días de haber llegado a la Aduana de Juárez.
La última de las ‘historias’ que se cuentan del militar, es el de un personaje enmascarado con pasamontañas que, en días pasados, se apersonó frente a uno de sus subalternos en el puente internacional de Zaragoza, para abofetearlo, frente a varios testigos, en el nuevo capítulo de ‘terror’, el cual ya conocieron también un puñado de empleados de base y sindicalizados que fueron literalmente “secuestrados” por dos horas, durante la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Si lo sabe el titular de Aduanas, Horacio Duarte, el “incorruptible” hombre de las confianzas del Ejecutivo Federal que malo, y si no lo sabe, entonces las cosas están todavía peor con el entramado de la nueva estructura militar, que al menos en el papel, sólo le rinde cuentas al ‘Gran Tlatoani’ de México.
Pero en la praxis de los movimientos ordinarios, los presuntos “acuerdos” con el crimen y toda la operación de comercio exterior en las aduanas, las cosas son totalmente distintas.
El presidente de México ordena, incluso se pavonea en los anuncios de las conferencias ‘mañaneras’, pero los militares obedecen a un solo jefe de mando en la estructura vertical a la que históricamente han sido acostumbrados en su formación militar.
El caso de los nombramientos en las aduanas del país, todos obedecen a un interés superior que no es el interés del pueblo, y sucede desde tiempos inmemoriales cuando el PRI era el partido en el poder.

Un conocido chihuahuense, que fue ‘amigo’ de Liébano (Sáenz), cuando por aquellos años de su ‘gloriosa’ carrera el hombre de Nuevo Casas Grandes ocupaba la dirección operativa de Aduanas en el país, refiere la ambición de poder del secretario particular del ex presidente Ernesto Zedillo y la “traición” que le había jugado al entonces fallido candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, asesinado un 23 de marzo de 1994.
Cuenta que, en campaña política, el ex titular de operación aduanera y hombre del sistema político, le pidió dinero, “porque no tenía sueldo”, y en sus manos le fueron depositadas varias entregas que superaron el cuarto de millón de pesos, además de un vehículo del año que le pidió -una cherokke sport-, relojes de lujo, chalecos blindados y un sofisticado equipo de grabación para la intervención de llamadas telefónicas valuado entonces en 25 mil dólares, que fue entregado en un portafolios de aluminio, al equipo de seguridad de Colosio.
Pero ya encumbrado en el poder, Liébano Sáenz no le cumplió a su paisano.
Inicialmente le había ofrecido hacerse cargo de la Aduana de Laredo, Tamaulipas, la aduana más grande del país, donde ya se sabía, se hacían ‘negocios’ generados por la corrupción, a lo cual, el hombre que hoy cuenta esa historia a este periodista, se negó a participar.
Conocía de la ambición del político chihuahuense que llegó a Los Pinos al lado de Zedillo, quien se dio el ‘pequeño lujo’, de tener una mansión con piedra volcánica, de una casa mucho mejor que la que tenía el entonces presidente de la República.
Liébano fue exhibido y obligado a mudarse a un departamento de la capital donde vivió durante la última parte del sexenio.
Por cierto, el nombre de Liébano Sáenz aparece en los expedientes y declaraciones del General de División Comandante, Jesús Gutiérrez Rebollo, el militar de más alto rango involucrado entonces con el cártel de drogas más poderoso de la región.
“Amado Carrillo llevaba buena amistad con el lic Liévano Sáenz, ya que Amado lo apoyó económicamente durante la campaña del candidato a la presidencia Ernesto Zedillo…”
Varias camionetas para esa campaña fueron entregadas personalmente por Eduardo González Quirarte, lugar teniente del narco.
En fin, que los asuntos del “monstruo de la corrupción”, como llamó alguna ocasión el presidente Andrés Manuel López Obrador a las aduanas del país, le juega una mala pasada.
Horacio Duarte Olivares sabe de lo que se trata, y por eso la resistencia a los cambios de fondo.
El administrador general de Aduanas no puede con la instrucción presidencial de limpiar las aduanas, y el envalentonado general Cecilio Martínez Arcos, de quién los trabajadores exigen su cabeza, es apenas un ‘insignificante’ eslabón en el rompecabezas de las aduanas y la colosal corrupción en el país.

Líderes del SNTE, “cómplices” de Javier Corral
El ex dirigente estatal del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) sección 8, Alejandro ‘El látigo’ Villarreal, mantiene los señalamientos sobre la complicidad de los actuales dirigentes de las secciones 8 y 42, Rosa María Hernández y Ever Avitia, que deberán rendir cuentas sobre presuntas irregularidades y el abandono en que mantienen también a los maestros de todo el estado de Chihuahua.
“!Son cómplices de Corral!”, dijo categórico Villarreal, al abordar los asuntos que tienen que ver con la sucesión de mandos de las dirigencias y los informes que deberán rendirse en los Plenos de las secciones el próximo 22 de marzo, previo a la elección de dirigentes, prevista para finales del mes o principios del próximo abril.
Villarreal liberado bajo fianza por presuntos delitos asociados al ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, los cuales ha librado en los tribunales, sostiene que lo metieron a la cárcel por instrucción y consigna del ex gobernador panista Javier Corral, para evitar que llegara al Congreso del Estado como diputado plurinominal en la sexagésima sexta legislatura (2018-2021).
“Nunca hubo delito que perseguir, y he ganado en los tribunales”.
Cinco acusaciones falsas que se desvanecen en los tribunales, y de las cuales, Villarreal sólo espera la resolución de un último caso.
En contraposición, el ex dirigente magisterial exige la reparación del daño sufrido, y ha entablado una millonaria demanda en contra de varios ex funcionarios de educación que atestiguaron en su contra con mentiras en los llamados expedientes ‘X’ del programa de Operación Justicia para Chihuahua en la anterior administración de gobierno.
Hoy el ex líder de la 8ava desmitifica que busque de nueva cuenta la dirigencia sindical en el estado de Chihuahua, porque simplemente, por principios estatutarios, no puede volver a la Secretaría General.
Esa es una mentira, y tampoco me asumo en una posición “subversiva” como algunos pretenden hacer creer, “soy institucional”, dijo en plática con este columnista, Alejandro Villarreal, que anoche -al término de su jornada en las actividades del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, donde participa como líder nacional del SNTE-Joven-, decidió dialogar sobre su presunta participación e injerencia en la sucesión.
En el equipo político de Villarreal, asoma solo el nombre de Alfonso Cepeda Salas, a quien Alejandro apoyaría, una vez que se conozcan los términos de la convocatoria a la elección de la Secretaría General del SNTE Sección 8, “porque todavía no hay convocatoria”.
Pero hoy Villarreal está metido en los intereses de servicio de un universo de 950 mil jóvenes maestros, de uno a 15 años de servicio, a los que busca dar rumbo como parte de los programas del controvertido sindicato magisterial a nivel nacional.
Sin amarres políticos vinculados a un gobernador en turno, perteneciente e identificado con los intereses ideológicos y partidistas del SNTE, viene una inédita elección en Chihuahua.
Más de 60 mil maestros pertenecientes a las dos secciones, federal y estatal en todo el estado de Chihuahua elegirán a los sucesores de Rosa María Hernández en la 8 y a Ever Avitia en la 42, cuya gestión política-administrativa ha sido puesta en tela de duda, tras la sospecha de malos manejos, particularmente en la sección octava, cuyas denuncias y expedientes siguen su curso en las Fiscalías General del Estado (FGE), de la República (FGR) y en la Fepade.
El próximo 22 de marzo en las plenarias de las secciones, habrá un informe “político” sobre las finanzas que genera suspicacias, y a los que todos los maestros, dice Villarreal, deben estar atentos.

La ‘Fiesta’ de la gobernadora Maru Campos
Majestuosidad y parafernalia como simplemente sucedía en los grandes eventos del PRI y en los informes de gobierno, donde toda la estructura del poder echaba literalmente, la casa por la ventana, en el Gimnasio ‘Manuel Bernardo Aguirre” de la capital, testigo de grandes historias políticas.
Y ayer, en un ‘faraónico’ y “apoteósico” acto, cómo solía escribir algunas veces el colega Rafael Navarro, en aquellas referencias periodísticas, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos se dejó querer en la presentación y aprobación del Plan Estatal de Desarrollo 2021-2027, eje rector del gobierno.
Un “evento histórico”, como lo llamó su principal opositor político en la campaña de 2021, Juan Carlos Loera, que, en el regreso a la responsabilidad de delegado del gobierno federal, forma parte de la nueva correlación de fuerzas políticas en Chihuahua. Igualmente el alcalde moreno de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar.
Y allí estaban en primera fila los “queridos ex gobernadores” priístas de Chihuahua, Patricio Martínez y Reyes Baeza, que fueron exprofeso invitados a ser parte de la nueva historia política-administrativa que conducen tres personajes:
Maru Campos, la primera mujer gobernadora de la entidad y los dos hombres que manejan la ‘telaraña’ de la estructura del gobierno: Cesar Jáuregui Moreno y Luis Serrato Castell.
Sobre ellos, todo el peso de la responsabilidad política de una entidad bocabajeada en los gobiernos de César Duarte y Javier Corral.
‘La Fiesta’ del cantautor Joan Manuel Serrat, describe y sintetiza a la perfección la fiesta política en el nuevo plan de Maru Campos:
“Gloria a Dios en las alturas, recogieron las basuras de mi calle ayer a oscuras y hoy sembrada de bombillas, y pusieron un cordel de esquina a esquina un cartel, y banderas de papel verdes, rojas y amarillas;
Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano bailan y se dan la mano sin importarles la facha…”
Ya en los hechos, Serrato Castell, jefe del Gabinete se encargó de destacar el “modelo humanista” del nuevo ‘rostro’ gubernamental y los componentes de la integración del plan, que según dijo, se recogieron de 1,389 propuestas ciudadanas, de una activa participación de la gente en las decisiones del gobierno:
Salud Desarrollo Humano e Identidad Chihuahua; Crecimiento Económico, innovador y competitivo; Ordenamiento Territorial Moderno y Sustentable; Seguridad Humana y Procuración de Justicia y Buen Gobierno, cercano y con instituciones sólidas.
También Serrato se dejó caer a los gobernadores priístas, algunos de ellos presentes, cuando afirmó el propósito del nuevo gobierno:
Cambiar la historia de lo que ha ocurrido en Chihuahua en los últimos gobiernos, que incluye preponderantemente -aunque no lo dijo textualmente- los gobiernos de César Duarte y Javier Corral.
Todos quieren en Chihuahua un mejor lugar para vivir, un lugar más próspero, mejor calidad de vida y un entorno libre de violencia, sintetizó el coordinador del gabinete.
Posteriormente la gobernadora Maru Campos se encargó de los detalles de los ejes rectores y de los anuncios de que la Secretaría de Seguridad Pública se traslada a Ciudad Juárez y tendrá mayor presencia policial; de que los ciudadanos, todos, podemos acceder a un esquema de cobertura universal de salud;
De tópicos sobre la naturaleza económica de cada región, donde se buscará la vocación para el impulso de las actividades y el impulso al turismo, y de acciones que tienen que ver con el orden, la transparencia y la rendición de cuentas.
Una buena ‘fiesta política’, la de Maru Campos en Chihuahua.

Es Rector, con venturoso porvenir político
El rector de la Universidad Tecnológica, Carlos Ortiz Villegas borda sobre el entramado de la política.
Cada día, por su naturaleza y facilidad en las cosas que maneja y atiende, se vuelve más político.
Su encargo como rector parece no limitarlo en lo más mínimo sobre sus habilidades en el ejercicio.
Tiende puentes de entendimiento y relaciones con otras instituciones y con rectores, con instancias de gobierno, y se proyecta con capacidades que aparecen muy por encima de las responsabilidades administrativas en la Tecnológica de Juárez.
Sus cercanos lo miran y afirman que tiene espolones para cosas más grandes.
Dicen que tiene venturoso porvenir político.
El último encuentro con las autoridades de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), un acto más en la apretada agenda ordinaria, de un rector que busca abarcar absolutamente todo dentro y fuera de la institución de educación superior que le ha tocado dirigir.
Ya veremos si los resultados y sus relaciones de poder con la gente de la gobernadora lo proyectan a nuevos retos y encargos en la cosa pública.
