Dos mensajes. Uno bueno y uno malo
Por: Daniel Valles
En comunicación, “lo que importa es la idea que se trasmite, su trascendencia”. Escribe el escritor español Alex Grijelmo y luego agrega: “lo que al fin de cuentas adquiere trascendencia en la comunicación es la idea que se trasmite”.
Hoy miércoles, día que escribo, amanecemos con dos mensajes que, por su tema, se distinguen de todos los demás y son de gran importancia porque nos incluyeb a todos por igual. Uno económico y otro de salud.
¿Cuál es la idea en ellos? ¿Qué es lo que se pretende comunicar?
La idea y la pretensión de ellos parecerían obvios. Fácil de entender en su mensaje principal. Sin embargo, al ejercer un análisis ligero encuentro que se pueden llegar a contra puntear y se afectan uno al otro.
Debo iniciar con el bueno. El de origen económico. Este se publica en el periódico llamado o conocido como; “el de la vida nacional”. Sí, me refiero al Excelsior.
Con base en información oficial, del gobierno federal, el reportero Paulo Cantillo reporta los datos dados a conocer por el INEGI, sobre el consumo en el país.
“El gasto de los hogares en bienes y servicios aumentó 1.2% en abril pasado respecto a marzo, acumuló dos alzas mensuales por arriba del 1.0% y ha crecido en nueve de los últimos 11 meses.
El Inegi reportó que al consumo privado lo impulsó el crecimiento de 2.3% del gasto en bienes y servicios de origen nacional, que compensó la caída de 2.9% del gasto en bienes importados”.
Sin lugar a dudas esto es magnífico para todos nosotros. Y lo seguirán siendo si se mantiene esa tendencia, la que es seal de que la “normalidad” está regresando a todo tipo de mercados.
Ha pasado ya más de un año. 16 meses desde que se decretó el operativo de “quédate en casa”. Lo que provocó un subproducto; “un parón” generalizado en llos mercados y en la economía del país.
Millones de empleos se perdieron, miles de empresas de todo tipo quebraron. Las ventas de todos los productos bajaron. Hasta los robos de autos y en casa habitación, así como raterías se fueron a la baja por el encerrón de la gente y el parón de las actividades comerciales.
El informe del INEGI continua y señala que, “el gasto de los hogares en bienes y servicios avanzó 1.2% en abril de este año respecto al mes previo, con lo cual acumuló dos meses de crecimientos mensuales por arriba del 1.0% y ha crecido en 9 de los últimos 11 meses. El consumo privado estuvo impulsado por el crecimiento de 2.3% del gasto en bienes y servicios de origen nacional, que compensa la caída de 2.9% del gasto en bienes importados.
En el comparativo anual, el consumo de los hogares registró una tasa positiva de 25.3% en abril, la primera de los últimos 17 meses y que fue de mayor magnitud que el desplome de 22.9% anual observado en abril de 2020.
En acumulado enero-abril, el consumo privado lleva un crecimiento de 3.0 por ciento.
Esto suena muy bien para todos. Mas, como buen reportero, hace una de las cinco preguntas básicas: ¿por qué? La respuesta está en los factores.
“De acuerdo con el Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC), el avance del consumo privado está relacionado por la gradual reapertura económica, la mayor generación de empleo y al avance en el proceso de vacunación.
También manifiesta el dinamismo creciente en el mercado interno y la reactivación de fuentes laborales que se habían pausado durante la contingencia alojadas principalmente en el sector servicios, que cumple en abril su tercer mes consecutivo en positivo con un crecimiento de 2.0% y un avance anual de 17.8%”, expresó el IDIC en su reporte de análisis.
El otro mensaje es perturbador y por razones de estructura e impacto, por estar de acuerdo y seguir la instrucción de mi maestro, Alex Grijelmo que afirma que, “lo que al fin de cuentas adquiere trascendencia en la comunicación es la idea que se trasmite”, es que lo debo hacer así. Aunque hubiera preferido comentar sólo el primero.
Este mensaje aparece en la versión digital del periódico Norte. Que por 20 años fue mi casa editorial. Y dice la nota de Carlos Omar Barranco:
La mortalidad por Covid-19 no ha disminuido en Ciudad Juárez, lo cual debe ser tomado como una voz de alerta tanto por la ciudadanía como por las autoridades de Salud, opinó el doctor en biotecnología Jorge Carrasco.
Solo en los primeros cinco días de junio la pandemia mató a 94 personas, y en lo que va del año ya son mil 261, lo cual da un promedio de mortalidad mensual de 200 víctimas.
De acuerdo a Carrasco, quien planteó desde mayo la urgencia de que se apliquen más pruebas en Juárez, estamos ya en la tercera ola de la pandemia.
El problema sigue siendo los asintomáticos. Por ejemplo, en Juárez las hospitalizaciones van a la baja y las muertes siguen aumentando.
“Las muertes reportadas sí son cercanas a los datos reales; la parte que no vemos son los casos asintomáticos, que pueden ser desde un 30 hasta un 70 por ciento del total, y algunos de ellos con alta carga viral. El problema es que el virus se esconde de la estadística y lo que alcanzamos a ver son solo los enfermos graves y las muertes, la solución es hacer más pruebas.
Hacer pruebas masivas permitiría detectar a personas asintomáticas, aislarlos y evitar que sigan propagando el virus, señaló Carrasco.
La vacunación avanza en el país, muy lenta, pero avanza. De acuerdo a registros del gobierno federal, sólo el 15% de la población tiene el total del paquete de dos dosis. Sí, hay 40-45 millones de personas vacunadas. Pero van a la mitad.
Entonces, la irresponsabilidad de millones de personas que no toman en serio la pandemia y el mal manejo de la pandemia por parte del gobierno federal que promueve las medidas sociales, como el uso de cubrebocas, pero no las usa y de los estados, que aceptan imposición de color falso en el semáforo epidemiológico, podrían traer de nuevo el escenario catastrófico del año pasado y dañar de nuevo la economía y aumentar el número de infecciones y muertes por Covid.
Espero y le haya comunicado la idea, que es hoy, El Meollo del Asunto.