Un resultado… un tanto ¡previsible!
Gerardo Hernández Ibarra
De acuerdo a diversas encuestas serias, realizadas durante el proceso electoral concurrente que está por finalizar, se colocaba a María Eugenia Campos encabezando estos estudios demoscópicos, alcanzaba a rebasar los dos dígitos, no perdía el liderazgo del proceso de elección para gobernador. El partido en el poder federal, decía y exhibía sus encuestas que los colocaban también a la cabeza del proceso.
Finalmente llego el domingo 6 de junio y también la hora de votar, a solo unas horas de concluida la jornada de elección y según el PREP María Eugenia Campos adelanta al candidato Juan Carlos Loera por algo así como 150,000 votos de diferencia, lo que es una tendencia que no tiene reversa, y entonces, se convertirá en la gobernadora electa del Estado de Chihuahua. Habría que hacer algunas consideraciones sobre el proceso que esta por concluir, así como las etapas que tuvo que transitar María Eugenia Campos para llegar al punto en el que se encuentra actualmente.
De confirmarse su triunfo como todo lo indica; se convertirá en la primera gobernadora electa democráticamente del Estado de Chihuahua, no es asunto menor si atendemos el proceso de reivindicación de la mujer en la política, así como en todos los ámbitos de la vida nacional, es un trascendental paso de la mujer chihuahuense; encabezar por primera vez el Gobierno del Estado.
Mención especial merece el análisis del entorno político-jurídico que tuvo que afrontar la candidata Campos previo al proceso electoral y durante el mismo; en razón práctica lo dividiremos en tres:
Desde la etapa de precandidata y dentro de su partido político, inicio su última etapa de su largo camino rumbo a la gubernatura, siempre contando con la oposición del gobernador del estado, desde que fue señalada y la incluyeron en el operativo “Justicia para Chihuahua”; no dejo el gobierno del estado, de estar realizando practicas jurídicas, primero para evidenciarla (no es motivo de este articulo conocer de estos asuntos a fondo) y luego para estorbar electoralmente a la primero precandidata y luego candidata, fue tal la oposición dentro de su partido, obvio desde el poder estatal; que recurrió a una estrategia y sin achicarse logro imponerse y obtener la candidatura.
Como candidata volvió a encontrar la oposición férrea del poder publico estatal que utilizaba los instrumentos legales y políticos para trabar la candidatura, incluso se dice entre corrillos que se realizó una alianza de facto, inimaginable entre diversos actores de corrientes políticas aparentemente opuestas, para unidos desbarrancar la candidatura en comento, esto por si mismo no es asunto menor y difícil también de afrontar y remontar.
Como una historia que se vuelve recurrente y donde sucede que los que hoy detentan el poder, realizan actos en los asuntos electorales, y cuando fueron oposición los señalaron y denunciaron de forma permanente; lo explico: Como partido en el poder federal y teniendo como abanderado a uno de los llamados superdelegados; la candidata tuvo que enfrentar en el terreno electoral los embates del poder público a través de una gran cantidad de programas de Bienestar Social, se niega desde el podio del poder, pero… claro que se utilizan para promocionar al gobierno, a su partido político y obvio también a sus candidatos en liza electoral; el Estado de Chihuahua no fue la excepción, es decir generan una clientela electoral.
Por si fuera poco, la candidata Campos rompió de forma paradójica la barrera que le representaba surgir del partido político cuyo origen es también el del actual gobernador, quien, en las encuestas de opinión de forma constante fue colocado en los últimos lugares de aceptación de la tabla de gobernadores, aun así, también venció el obstáculo.
Después de la jornada electoral quedan algunos saldos, pero… quedan aún más retos por vencer; a los que estará obligado el próximo Gobierno; esperamos los chihuahuenses estén a la altura del apoyo otorgado en las urnas.
Frase para reflexionar
“La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor”
Winston Churchill, político británico, (1874-1965)