Dr. Eduardo Borunda
Este fin de año marca un antes y un después y será recordado en los libros de historia como un año trágico, un año de muerte y desolación. Miles de tumbas llevarán en sus registros un 2020 que cambió la vida de la humanidad. La nostalgia de sillas vacías, platos menos en la cena de Nochebuena, habitaciones vacías, familias destrozadas. Fue un año difícil, complicado y desolador en muchos sentidos.
Iniciaremos un nuevo año. Aprendimos en cabeza ajena, tuvimos la oportunidad de tomar distancia, de trabajar en casa, de saludar desde lo lejos, compartir lo mucho o poco que tenemos, aprendimos a convivir de manera diferente. También tuvimos oportunidad de llevar comida a quienes lo necesitaban, aprendimos el valor del tiempo, tuvimos tiempo para escuchar, de ser comprensivos con todos los demás.
Si aprendimos cosas nuevas, muchas más en un estado de sitio virtual, no dejaremos que los impedimentos de una movilidad nos imposibiliten para llegar a nuevos conocimientos, nuevas actitudes, nuevos valores que no sabíamos que existían o simplemente que no los practicamos. La tecnología nos permitió acercarnos al mundo de los negocios, fuimos capaces de transformar nuestro entorno, pedir comida, comprar artículos, vender productos, aprender de manera virtual.
Es un nuevo comienzo donde tenemos la oportunidad de dar. Empecemos con el entorno familiar, entregando más amor, de acercarnos, de escuchar a quienes han sido y serán por siempre nuestra propia familia. ¿Hace cuanto no hablas con esa tía lejana? ¿Hace cuánto no saludas a ese amigo o prima que estimas tanto? ¿Cuánto tiempo más necesitas para estar con tus hermanos o hermanas? Toma tu teléfono y marca, simplemente dile gracias por existir y estar en sus pensamientos.
La vida nos ha jugado una mala broma, nos creíamos dioses e inmortales. Nos hemos dado cuenta que un microbio, un virus, un ser infinitamente inferior a nosotros ha sido capaz de entrar sin darnos cuenta en nuestras vidas y acabar con ella. Tuvieron que recordarnos que teníamos que lavarnos las manos, como si no supiéramos que teníamos que hacerlo.
Así, la vida tiene que continuar, el próximo año 2021 nos tiene que traer buenas y mejores noticias. Las cosas no serán traídas en automático. Tenemos que declarar nuestras ideas para que sucedan, es parte del gran secreto. El salir avante en este proceso es cuestión de vida o muerte, cuidarnos es sólo una parte del engranaje, nadie nos podrá proteger, estamos solos en este momento, nadie cuidará de nosotros y por ello tenemos que estar despiertos en este año que viene.
Verdades que duelen, pero tenemos que ponernos a trabajar en nuestra reconstrucción personal, aprender un oficio, aprender a usar las tecnologías, aprender a aprender, practicar otros idiomas, a hacer negocios no convencionales. Un poco de aprendizaje de primeros auxilios y enfermería no estaría mal, por ejemplo, aplicar una inyección, hacer una curación, tomar temperatura, aprender a tomar la presión, revisar los niveles de azúcar en la sangre. Tenemos un mundo por conocer y por aprender a hacer.
¿Cómo será el 2021? Es una pregunta con respuesta incierta. Lo cierto es que tendremos una mejoría en la esperanza de vida. Seguiremos en educación virtual, trabajo en casa, cuidados esenciales de salud, una vacunación masiva, una economía estable, no mejor, pero con estrategias, como el ahorro, el reciclado de productos y con los nuevos aprendizajes podremos sostener la economía. No es una tarea fácil, pero sí posible de alcanzar. La siembra de un huerto familiar te ayudará con estos aprendizajes y en tu calidad de vida mejorará.
En conclusión, el 2021 será un mejor año, tenemos un mundo de oportunidades, de mejoras en tu casa, el cuidado de la economía a través de las finanzas, incentivar el ahorro, evitar el gasto excesivo y eliminando servicios que no requieren. Revisa tus cuentas por pagar para evitar recargos que a la larga consumen tu dinero y busca en tu tiempo libre aprender algo nuevo cada día que puedas poner en práctica. El 2021 viene lleno de sorpresas alegres y buenas noticias. Saldremos de esta pandemia de manera positiva, con un crecimiento personal y familiar, mejor que nunca. Recuerda, la salud es lo primero, debemos mejorar las finanzas con un negocio o actividad nueva, rodearte de positividad, de fe y de esperanza. Alza tu mirada y pide a Dios por tu familia y por tus seres queridos. Te deseo un feliz y próspero año nuevo 2021.