Opinión

 

• La sabiduría del filósofo de Rubio
• Otra vez le cae la ‘yuca’ a Alejandra
• Las ‘campanas al vuelo’, del alcalde
• El pabellón, en el Hall 3-3318
• Adiós al amigo, Miguel Ángel Díaz Marín

 

La sabiduría del filósofo de Rubio

Lo dijo en repetidas ocasiones, con toda la ‘sabiduría’ popular, el llamado ‘filósofo’ de Rubio, ex senador y fallido ex candidato priísta a gobernador por el estado de Chihuahua, que perdió elecciones internas ante el finado exalcalde Jesús Macias Delgado en 1992, y seis años después, en 1998, frente al candidato y, posteriormente gobernador del estado de Chihuahua, Patricio Martínez García.

Artemio Iglesias Miramontes, hizo popular aquella expresión que hoy es muy conocida y socorrida en el mundillo de los políticos: “a puñaladas iguales, llorar es cobardía”.

Y esa expresión política coloquial se acomoda a la perfección ahora que el delegado de los programas sociales del gobierno federal, Juan Carlos Loera, ha salido a manifestar su desacuerdo con la última decisión del Tribunal Estatal Electoral (TEE), que ha fallado en su contra por un acto de supuesta violencia política de género en perjuicio de la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván.

A quien, de acuerdo a la interpretación de sus declaraciones y consideraciones de los órganos electorales de la entidad, tácitamente llamó “zorra” a la gobernadora, durante una entrevista radiofónica del pasado 14 de junio de este mismo año, cuando Juan Carlos salió a la defensa de su partido y a las expresiones vertidas por la mandataria estatal, que había citado en un evento político en Durango, que Morena tenía nexos con el crimen organizado.

Dicen que la expresión de “zorra”, se trató de una simple “metáfora”, nada de qué preocuparse, ni ocuparse, y que Maru Campos tenía la piel muy delicada.

Eso dio pie a la denuncia presentada por la diputada federal por Chihuahua, Laura Patricia Contreras Duarte en contra del representante del gobierno federal ante las autoridades electorales.

Sin mucho que buscarle para justificar y ayudar al amigo Juan Carlos Loera, ex candidato a gobernador por Morena, que indiscutiblemente es un buen hombre y un tipo decente, aunque no el mejor de los políticos sobre la faz de la tierra, la sanción emitida por el Tribunal Estatal Electoral;

Que ‘empata’ el fallo emitido en marzo por parte del Tribunal en contra del diputado federal panista, Mario Mata Carrasco;

El legislador y exalcalde de Delicias, fue sancionado por el mismo concepto de violencia política de género, por declaraciones vertidas en contra de la senadora del partido de Morena, Bertha Alicia Caraveo, a quien, de igual manera, y sin querer comparar un caso con el otro, profirió expresiones en contra del género.

Entonces la senadora del partido de Morena, que representa los intereses del partido en el poder en México, de los cuales es parte activa el actual delegado del gobierno federal, fue la víctima.

Hoy la víctima está en el partido de enfrente, al otro lado de la calle, y es la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, a quien ha ofendió con sus declaraciones, quizás sin “querer queriendo” -como dijo en aquellos viejos programas de comicidad de la televisión, el ‘Chavo del 8’-, el político de la llamada 4T, cuando en aquella entrevista de Radio, dijo textualmente que: “la zorra no ve su cola”.

Bueno el asunto es que Juan Carlos Loera ha salido a las redes sociales a defender su postura y a lloriquear, y justificarse ante los suyos, ante el fallo del Tribunal Estatal Electoral.

Tendrá que acatar las medidas cautelares, para que se retire la entrevista denunciada de las redes sociales y de cualquier otro medio de comunicación.

Cuanta sabiduría de Artemio Iglesias, el desventurado político chihuahuense que fue vencido por los candidatos que tenían perfil empresarial, y ambos, curiosamente, ex presidentes de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO), uno de Ciudad Juárez y el otro de la capital del estado.

Don Artemio tenía toda la razón.

“A puñaladas iguales, llorar es cobardía”, y es una frase que sigue teniendo vigencia y que se acomoda bien entre la raza política.

Juan Carlos dice que es un hombre de instituciones y leyes, y jura y perjura que nunca hubo una intención maliciosa en su expresión. Que la sanción es una “postura extralimitada del IEE”.

Siendo acuciosos, le diría que todavía le raspa los ‘muebles’ a la correligionaria de su partido (Morena), Bertha Caraveo, cuando afirma que la “violencia política de género no puede ser un traje a la medida para quienes se escudan en las luchas feministas, para usarlas en fines políticos y personales”.

Todo eso vertido hoy en Torre Fuerte, carísimo lector, queda a su consideración.

Oficialmente, por ahora, el Tribunal Estatal Electoral considera que el empresario y político, ex diputado federal y amigo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha ganado una sanción por violencia de género política.

Posdata: Juan Carlos Loera comete otro error. Se lleva entre las ‘patas de los caballos’ a los medios de comunicación, cuando refiere que “toca a los medios de comunicación acatar junto con nosotros esta medida y eliminar sus notas informativas”.

En términos llanos, para que lo comprenda su asesor de comunicación social, Manuel del Castillo, que sí sabe y mucho de fútbol, el de Juan Carlos fue un ‘autogol’ a su partido y proyecto. Qué necesidad…

 

Otra vez le cae la ‘yuca’ a Alejandra

Le sigue lloviendo ‘sobre mojado’, en pleno infierno, a causa de las extremas temperaturas, a la propietaria de la cadena de tiendas de conveniencia Superettes y Del Rio.

El gobierno le volvió a restringir a la empresaria Alejandra de la Vega Arizpe la venta de cerveza y de alcohol, y hay muchos que se quieren cortar las venas, a causa de las ‘insensibles’ medidas de la oficina de gobernación en el estado de Chihuahua.

Pero las disposiciones, son las disposiciones.

Las órdenes son de arriba, y se cumple con los ordenamientos y la ley, que aseguran violentó la propia ex titular de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico (SIDE), a quien se le olvidó reactivar los pagos de las licencias para la venta de cerveza y alcohol de las 211 tiendas de conveniencia que son de su propiedad.

Era por supuesto Alejandra, la que mandaba y ordenaba en el estado de Chihuahua.

Ya le cayó la ‘yuca’. Ya no hay contemplaciones, ni poder político, ni las prebendas que gozaba al lado del exgobernador de Chihuahua, Javier Corral.

Así es que, por ahora nadie compra más cerveza, vinos o licores en los negocios de Alejandra de la Vega.

Ya fueron colocados los anuncios de que el gobierno lamenta las muchas molestias que ello puede ocasionar a los clientes, y a uno que otro asiduo bebedor de alcohol, que estaría dispuesto, a cortarse las venas, a causa de la clausura de los refrigeradores.

Cuentan los que saben, que ese asunto va pa’largo y que tiene, al margen del incumplimiento de los pagos de las licencias por parte de su propietaria, todo el tufo político, por las diferencias que libran desde hace buen tiempo, Maru Campos y Javier Corral.

El ejecutor, Alejandro Jiménez es el ‘verdugo’ de la operación, y es quien rinde el reporte directo a Palacio.  

Las licencias para la venta de alcohol y cerveza, tenían una vigencia de 50 años.’

Se vencieron en 2019, porque a la millonaria empresaria se le olvidó arreglar los trámites. No había necesidad entonces.

Alejandra era la ‘Reyna’ del gabinete en el estado de Chihuahua. Era quien gobernaba Ciudad Juárez. De facto, era el poder tras el trono. La mujer al lado de Javier Corral.

 

Las ‘campanas al vuelo’, del alcalde

El alcalde del gobierno de Morena, Cruz Pérez Cuéllar echó las ‘campanas al vuelo’.

Anunció con bombo y platillo, como luego dicen, una inversión de 721.6 millones de pesos para el equipamiento urbano y atender las necesidades de la ciudad, que no incluye, sin embargo, el problema más importante que afecta y lacera hoy en día a Ciudad Juárez:

Las ciclovías, que por la misma ausencia de ciclistas y de gente que se transporta por esos medios, no tienen ningún sentido, y las horrendas jardineras que fueron colocadas a lo largo de algunas principales arterias de la ciudad, que han hecho más ‘pequeña’ todavía la ciudad.

Obras que en su momento solo justificaron gasto e inversión, aunque algunos piensan que hubo buen “negocio”, y que dañó, y en mucho, la imagen urbana.

Por allí debió comenzar el presidente municipal de Juárez, cuando ayer se refirió a la imagen de la ciudad y a los esfuerzos de su gobierno, por pintar las calles y brindar los servicios que son obligación del municipio.

La inversión comprende la compra de 220 vehículos que serán equipados como patrullas, 30 motocicletas, 14 camiones recolectores de basura, la adquisición de unidades móviles equipadas como consultorios médicos (unidad dental, de rayos x y ultrasonido) para las clínicas de centros comunitarios.

Además de material para la rehabilitación de parques e instalación de luminarias.

Todo, todo muy bonito en la llamada ‘Cruzada’ del gobierno municipal, cuando se trata de espectaculares anuncios de inversión para el mejoramiento de la ciudad.

Pero nada que por ahora resuelva la agilidad de tránsito y de movimiento que tiene Ciudad Juárez, que sigue ‘asfixiada’ por las ciclovías y las jardineras que fueron construidas durante el gobierno de Javier Corral, que tanto siguen afectando la imagen pública y urbana.

Todos afirman que el gobierno municipal debe retirar las ciclovías y las jardineras.

Se lo han dicho al presidente municipal, pero no hay respuesta.

 

El pabellón, en el Hall 3-3318

La gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos presumió el stand de la entidad en el Hall 3-3318, del pabellón que corresponde a la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial en México (FEMIA), en la Feria Aeroespacial Farnborough que se desarrolla en Hampshire, Inglaterra.

Allí estuvieron presentes también los gobernadoras panistas, de Yucatán, Mauricio Vila y el de Querétaro, Mauricio Kuri, que al igual que ella, son ‘presidenciables’ en la lista del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN).

Particularmente Chihuahua y Querétaro libran desde hace buen tiempo una interesante batalla en relación con las empresas de inversión extranjera directa y con el desarrollo de parques y naves industriales, especialmente desde aquellos tiempos en que el exalcalde de Juárez, Jaime Bermúdez Cuarón contempló por aquellos lares del sur del país, los negocios relacionados con sector manufacturero.

Fue un día bueno para la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos y para la Misión Comercial que promueve el estado.

Chihuahua es referente a nivel nacional en la industria aeroespacial, pues se afirma que el 25 por ciento de las plantas establecidas en la entidad, están relacionadas con ese sector.

El índice de productividad municipal de las empresas aeroespaciales en Chihuahua (1.18), está por encima de la media nacional que se ubica en 0.84, de acuerdo al Atlas Prospectivo para la Atracción de Inversiones publicado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en conjunto con la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La gobernadora se rozó con la ‘crema y nata’ del sector aeroespacial, y ya amarró, según informó su área de prensa, las primeras inversiones para la expansión del Grupo GKN Aerospace, que le meterá 10 millones de dólares para incorporar tres nuevos proyectos con equipos y procesos de alta tecnología que permitirán proveer a clientes líderes en la fabricación de aviones ejecutivos.

En fin, que la gobernadora trae proyecto de ‘altos vuelos’, que no necesariamente tienen que ver con las aeronaves y los proyectos aeroespaciales.

 

 

Adiós al amigo, Miguel Ángel Díaz Marín  

Los fiscalistas están de luto en Ciudad Juárez.

Falleció el pasado fin de semana, el especialista de los temas fiscales de las empresas, Miguel Ángel Diaz Marín, un hombre dedicado en cuerpo y alma a resolver los entuertos y problemas fiscales de las empresas, mayormente relacionadas con la industria maquiladora.

No pudo sobrevivir a problemas derivados del Covid-19 en el Centro Médico de Especialidades y falleció de un infarto.

El profesionista, nacido en la Ciudad de México, pero radicado aquí desde hace más de 30 años, tenía 68 años de edad, y todavía tenía muchos proyectos por realizar en Ciudad Juárez.

Catedrático y un hombre relacionado con los ejecutivos de grandes empresas, y alguna vez también parte del Instituto Mexicano Ejecutivo de Finanzas (IMEF), dejó huella en su quehacer fiscalista en Ciudad Juárez. Un especialista en materia de impuestos y amparos.

Este periodista tuvo el gusto de conocerlo desde hace más de 20 años, cuando entonces Miguel Ángel Diaz Marín, era fuente obligada en los asuntos del comercio exterior y de las empresas de maquiladora para el periódico El Financiero de la ciudad de México.

Era integrante y después director del área legal del despacho fiscal de Deloitte & Touche (posteriormente solo Deloitte) en las oficinas ejecutivas del edificio de la avenida Tomas Fernández.

Era un hombre serio, de bajo perfil, pero una ‘lumbrera’ en los espinosos asuntos de los impuestos.

Su despacho ganó demandas al por mayor, y era un tipo confiable.

Descanse en paz el buen amigo Miguel Ángel Díaz Marín.