Jueves, Abril 18, 2024
REPENSAR EL PRESUPUESTO DE CULTURA

“cuando hay una crisis, las ciudades buscan auxilio en la cultura”.

Leonardo Daniel Miranda Cano

Recientemente se conoció la propuesta que el ejecutivo federal hizo respecto a la distribución del presupuesto (PEF) 2021, donde pudimos notar que el presupuesto destinado a la secretaria de cultura tiene recursos para un gran proyecto en la Ciudad de México llamado “Bosque de Chapultepec” y una disminución total de lo destinado a programas culturales en los estados. Esto generó una serie de reacciones, e incluso la manifestación pública por parte de directores de institutos y secretarios de cultura estatales quienes a través de un pronunciamiento público piden una revisión y reajuste del proyecto de presupuesto que no afecte a la vida cultural en los estados.

El impacto que tiene una reducción al presupuesto destinado a la cultura en los estados es sumamente alarmante, si consideramos que la inversión en cultura se encuentra muy por debajo de lo que UNESCO propone (1-2% PIB) para lograr que los mexicanos ejerzan su derecho a la cultura.  

Una reducción de semejantes dimensiones en un contexto donde el COVID ha puesto en jaque al sector cultural es doblemente riesgoso. El sector cultural ha tenido que poner en pausa su actividad y aparentemente será de los últimos sectores en ser reactivado. Se han cerrado espacios culturales públicos y privados, la infraestructura cultural se encuentra paralizada, estudios de danza, galerías, bibliotecas, teatros, museos, espacios escénicos han sido considerados una actividad no esencial en los distintos planteamientos de semaforización, cerrando de tajo las posibilidades de un sector altamente vulnerable.

En este contexto, plantear un proyecto de desarrollo de infraestructura que absorba el 25% del presupuesto de la secretaria de cultura federal se antoja menos que prudente, sobre todo si eso significa disminuir el flujo de recursos destinados a los estados y con ello delimitar aun mas las posibilidades de reactivación del sector.  Es indudable que el país requiere proyectos de inversión en cultura, sin embargo, debiera tomarse en cuenta la procedencia de los recursos e incluso considerar recursos adicionales.  Las economías creativas tienen un gran impacto en PIB (7.4%) de un país como el nuestro y por lo tanto es relevante su inversión.  

Desde que los derechos culturales han sido establecidos como tales en nuestra Constitución y garantizados por la Ley General de Cultura y Derechos Culturales, la cultura se considera uno de los cuatro pilares del desarrollo.

Durante esta pandemia la presencia de la cultura ha estado ahí́ para mantener nuestra humanidad, para poder sobrellevar estos tiempos difíciles, para darnos materia de reflexión y deleite, en este caso haciendo uso de plataformas digitales.

Es en la vida cultural en donde vemos florecer nuevos emprendimientos para combatir los embates de una pandemia que ha devastado a muchos sectores económicos y es aquí donde se empiezan a propiciar reflexiones para resolver los avatares de nuestro futuro inmediato, razón de mas para repensar la distribución del presupuesto, esperemos que los legisladores alcancen a ver la importancia del tema y tomen una decisión que no ponga en riesgo la vida cultural del país que se caracteriza por su riqueza cultural.

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