Jueves, Abril 18, 2024
El Meollo del Asunto.

SER HOMBRE, SER PADRE

 Por Daniel Valles

El Censo 2020 arrojó que el 71 por ciento de los hogares son nucleares, es decir, integrado por mamá, papá e hijos; o bien también puede ser por mamá o papá con hijos; o incluso una pareja sin hijos que vive en el mismo hogar también es considerada como un hogar nuclear.

En nuestro país, al menos unos 369 mil 210 menores de 15 años viven con el padre, ya por divorcio, separación, viudez o abandono de la madre, y deben ser atendidos por ellos para cubrir sus necesidades mínimas de formación, educación y alimentación. https://www.milenio.com/politica/comunidad/360-mil-menores-viven-padre-inegi

“Cuando un padre de familia está en su lugar, la sociedad progresa, cuando está fuera, la sociedad sufre”.

Ser hombre es una gran responsabilidad. El hombre es más que ser simplemente un ser humano del sexo masculino. Es tener la responsabilidad enorme de formar, de dirigir y de nutrir a una familia mediante el ejemplo y la responsabilidad.

El rol más noble e importante del hombre es sin duda el ser padre de familia, separadamente de ser esposo de una sola mujer.

Más que nunca y por razones obvias hoy todos los hombres debemos superarnos para realizar la función de padre de familia, la que incluye el dar instrucción y guía a los hijos para su vida.

Los padres de familia somos los encargados de formar a niños y niñas cuando empiezan a crecer, cuando están dejando el círculo protector de mamá, cuando están listos para empezar a descubrir la vida por ellos mismos. Es ahí cuando lo que hayamos depositando en nuestros hijos saldrá a flote.

Dentro de todas las responsabilidades que incluye el ser “papá”, hay cuatro que son las principales.

Papá ha de proveer

1.-Amistad, 2.-Disciplina, 3.-Amor, 4.-Enseñanza de valores morales y espirituales.

Las cuatro responsabilidades a ejecutar por un padre de familia, marcarán una gran diferencia en la vida de sus hijos y de sus hijas.

Y es que la influencia que un padre puede tener en su familia es tan grande que ésta puede llegar fácilmente hasta la tercera generación, hasta sus bisnietos.

La importancia de ejercer la noble función de la paternidad es de tal magnitud que en los hijos varones, si la masculinidad no es correctamente afirmada y enseñada por el padre, con toda seguridad que tendrían problemas y fallas de personalidad cuando les llegue el turno a sus hijos, de ser papás.

Esto se debe a una gran falta de seguridad interna que es la que controla su seguridad emocional.

Si un hombre no posee esta seguridad en sí mismo, no puede pasarla a la siguiente generación, está incapacitado para pasarla a sus hijos e hijas, perdiendo de cierta forma el control sobre el futuro al no ser sus descendientes buenos padres, esposos, esposas y líderes.

Generaciones enteras se ha perdido por ello, ocasionando un caos en las familias en general.

El ser padre de una familia y el estar presente en la vida de sus hijos les ayudará a que descubran que existe alguien más que la mamá que se interesa por ellos.

Es una gran tragedia el enterarse que, en el mundo, hay millones de criaturas que crecen sin la presencia de un padre de familia en su hogar. La consecuencia de esto es gravísima, es toda una catástrofe social.

Es la causa principal de una epidemia que conocemos como crimen y consumo de drogas.

También del decaimiento en la educación, a pesar de los magníficos programas educacionales del estado.

Se ha comprobado hasta el cansancio que niños y niñas sin su padre en el hogar, (hijos de madre soltera o divorciada), mostraron menor aprovechamiento en la escuela que aquellos que sí cuentan con su padre en el hogar.

No es de sorprender que la violencia que vemos en las calles y en los hogares se deba a jóvenes que se van por las drogas y el alcohol que requieren para escapar al dolor y a la confusión que experimentan, que sufren.

Otros tratan de obtener su masculinidad deseada relacionándose sexualmente con otros hombres y otros más se suicidan para "matar" al padre que vive en ellos, al que odian".

Un hombre seguro de sí mismo puede pasar su masculinidad a sus hijos y afirmar a sus hijas su femineidad contribuyendo al éxito familiar.

Un buen padre debe mantenerse cercano de sus hijos en vez de distante, ha de ser enérgico y fuerte pero siempre de una manera sana, amorosa y mostrarles la forma de mantener un compromiso fiel, largo y duradero, esto lo hace con su mujer, que la mayoría de las veces es la mamá de ese hijo.

La función principal de un padre de familia es la de dar instrucción a sus hijos e hijas. Por medio de ella se construye la vida, se forma, se educa, se informa. También la de dar mandamientos, que son los preceptos para la vida, la enseñanza del orden y el respeto a la ley. Estos son tres elementos vitales para combatir la violencia.

A los dos años, al infante se le está formando su identidad de género que le es dada al nacer.

 PERO PUEDE CONFUNDIRSE SI LA FUNCIÓN DEL PADRE NO ES PROPIAMENTE EFECTUADA.

Papá es tan capaz de amar a sus hijos-sean hombres o mujeres-tanto como lo hace mamá.

Papá puede ser tan afectivo, amigable y amistoso, que sus hijos no requieran de un mejor amigo, más que de su padre, el que de pronto se convierte en el orgullo de sus hijos.

Es por eso que afirmo que cuando un padre está en su lugar y hace su función, la sociedad progresa, cuando está fuera, la sociedad sufre. Ahí El Meollo del Asunto.

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