Martes, Abril 16, 2024
El Meollo del Asunto

Días de meditar para votar

Por: Daniel Valles

Terminaron las campañas políticas. Las que de manera oficial iniciaron el 7 de septiembre del año pasado. Y si tomamos en cuenta las precampañas y la etapa de rumorología y campañas internas, es poco más de un año en que hemos estado escuchando la publicidad, anuncios, comentarios, rumores y elucubraciones sobre quienes van o quienes ganarían.

Ayer cerraron Cruz Pérez Cuéllar, otra vez, Adriana Fuentes, en Ciudad Juárez y Maru Campos en Chihuahua, capital. Hoy, se silencian todas las campañas. Estamos de plácemes.

Las campañas, aparte de que representan un gasto inútil que es enorme, nos hartan. O se han innovado, no han ideado una forma diferente a las tradicionales de dar a conocer sus propuestas. Las que realmente no existen.

Existen cierto tipo de promesas proféticas que quienes las emiten no cumplen. Ergo, esas personas pueden ser calificadas de falsos profetas.

Prometen puentes donde no hay ríos y hasta ríos. La cosa es decirle a la gente lo que quiere escuchar para luego, olvidarse de lo ofrecido. Así ha sido siempre.

El uso de la demagogia es la principal herramienta retórica que se usa para la campaña política. En vez de proponer, hacen uso de ella para insultar, criticar a la persona que contiende en el otro partido y desacreditarle. Pero de propuestas reales, nada. Promesas que parecen profecías mediáticas y demagógicas. Nada más.

Por la pandemia que hemos vivido por más de 14 meses en México, es esperaba que la campaña fuera diferente. Repito, que innovaran. Que algo diferente sucediera.

Es cierto, se vieron mucho en redes sociales. Pero eso no es nuevo. Desde que Barack Obama, en su primera participación en la elección de EUA, quedó claro que el uso de estas redes era vital para darse a conocer.

Eso sí hicieron en esta elección en México. Pero algo nuevo, un nivel diferente. No se vio, no sucedió. A pesar de que los partidos tuvieron una millonada de dinero para gastar en la campaña. Casi 3 mil millones de pesos. Que, en el caso de algunas campañas para el gobierno de su estado respectivo, como en Nuevo León, se gastaron más de 30 mdp.

A pesar del gasto excesivo, el INE cree que el llamado abstencionismo será nuevamente quien gane la elección. Las causas son varias.

El que no se tienen un sentido ciudadano lo suficientemente arraigado en el electorado. La pandemia. La situación económica. La violencia. El “importapoquismo” y alguna otra, la que usted quiera.

Para el próximo domingo se esperarían 90 millones de electores en las urnas. Pero todos sabemos que eso no sucederá. A pesar de la importancia que la elección representa.

Será el voto duro el que se manifieste y con el que candidatos y candidatas se levanten con el triunfo.

El primer elemento que ha tenido preocupados al organizar las elecciones en el INE rumbo a la elección ha sido el factor de la pandemia.

Es decir, lograr la organización de las elecciones, sin poner en riesgo la salud de los y las ciudadanos en el desarrollo de las campañas electorales y de la propia jornada electoral. Eso ha sido hasta logrado hasta el momento.

El INE está ya listo para la jornada electoral. Han tomado todas las precauciones necesarias para llevar a cabo la elección. Se seguirán todos los protocolos que ya conocemos, como la distancia, el uso del cubrebocas. Hasta van a permitir que uno lleve su propio marcador o pluma para imprimir la intención del voto. Algo que nunca antes se había visto.

Sin embargo, José Roberto Ruiz, quien preside la Comisión de Capacitación y Organización Electoral del Instituto Nacional Electoral (INE), dijo hace unos meses que, "No era posible asegurar que se eliminan las posibilidades de contagio al 100%, no sería responsable prometer eso, pero la ciudadanía debe saber que, hacemos todo lo posible para mitigar los riesgos".

Históricamente, la participación ciudadana en un proceso intermedio, como el que vamos a vivir el próximo domingo apenas supera el 40%.

Veremos si los elementos que le he mencionado pueden ser supetados.

Y es que se ha hecho énfasis por parte de los partidos de oposición, que estas elecciones son vitales para la marcha del país como lo hemos conocido hasta ahora. Y por favor, nadie se puede atrever a decir que no hemos progresado como nación. Como tampoco uno se puede cegar a las carencias y problemas que hemos enfrentado. Corrupción, inseguridad. Pero tampoco se puede decir que estamos mejor hoy, que hace dos años. Podríamos estarlo, claro, pero no es así.

Entonces, si es cierto que por las vísperas se conocen los días, nada bueno nos espera.

Ayer en mi comentario le invité a ir a votar. Hoy lo hago de nueva cuenta. Vaya y vote. Medite su voto. Razónelo.

A eso invita e INE en este tiempo. A que digiera la cantidad de anuncios y propaganda que los diferentes partidos presentaron anunciando a su producto principal. Sus candidaturas.

Nos corresponde a nosotros si lo compramos o no. Es decir, si votamos por esas ofertas o no. Debemos vencer el abstencionismo. Debemos votar y hay que meditarlo.

Aunque sé bien que eso de meditar el voto en estos días, se asemeja a los días de guardar y meditar de la Semana Santa. Donde mu pocos se guardan y muy pocos meditan. Así, El Meollo del Asunto.

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