Por: Lic. Raúl Ruiz
Periodista y Analista Político
El problema del tren atravesado en pleno centro de Ciudad Juárez, es de todos los días.
Tengo 24 años viviendo en esta frontera, y desde mi arribo, ha sido una monserga.
Luego de dos décadas de quejas constantes, hechas por los juarenses, finalmente, se concreta el proyecto denominado "puente elevado", que vendrá a darle fluidez al tráfico vehicular a esta importante zona.
Ayer precisamente, el alcalde, Cruz Pérez Cuéllar, colocó la primera piedra de este puente.
El arranque de construcción del paso elevado de la avenida Vicente Guerrero y del paso deprimido de la Francisco Villa.
Es una inversión de Ferromex de 420 millones de pesos, en la que participan, Grupo México, y la Secretaría de Infraestructura de Transporte y Comunicaciones.
El alcalde, agradeció al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador por esta inversión, y declaró:
“Estamos muy contentos por el arranque de esta obra, desde hace muchos años, el tema del ferrocarril ha sido un problema, no es una ocurrencia, es algo que se está viendo desde hace muchos años atrás, además Ferromex y el Gobierno Federal nos dijeron que tenían 420 millones para invertir en Juárez, yo no podría traicionar a la ciudad, no podría decir que no, sólo porque se iba a enojar un empresario”.
Y este es el punto que quiero destacar.
Es la carnita de Cartapacio.
Pues resulta, que pese a ser una evidente necesidad, y están todos los documentos firmados.
Es hora que algunas figuras "conservadoras" de la aldea, se pronuncian en contra de su edificación.
Me refiero a dos, concretamente:
El empresario Pablo Cuaron, propietario de la cadena de ferreterías, "HÁGALO", y el cura de catedral, Eduardo Hayen... curiosamente CUARÓN, como segundo apellido.
¿Qué oscuros intereses defienden estos dos parientes entre sí? Al rato se sabrán.
Por cierto, hijos predilectos de los ilustres Caballeros de Colón.
Afortunadamente la obra va viento en popa, y el capricho de los CUARÓN, los exhibe como enemigos de los juarenses a quienes sobajan por afectar sus intereses personales.