Por: Mario Héctor Silva
Jueves 12 mayo, 2022

TORRE FUERTE
- La ‘perra’ suerte de Martín Chaparro
- Oscar Ibáñez, de ‘uñas’ sobre el alambrado
- Alejandro Domínguez, cargando con la tarola
- Joob Quintín, vergüenza y motivo de agravio

La ‘perra’ suerte de Martín Chaparro
‘Perra’, como diría en su narrativa cotidiana de los asuntos públicos y políticos, mi buen amigo Raúl Ruiz, la suerte de Martín Chaparro al frente de la dirigencia estatal del partido de Morena en el estado de Chihuahua, donde, más allá de la petición de su cabeza al frente del partido, parecen finalmente contados sus días al frente de ese instituto político.
Con todas las aristas de una campaña política muy compleja, especialmente a partir de la disputa por el agua de las presas en Chihuahua, y la culpabilidad endilgada a Juan Carlos Loera, el presidente estatal de Morena es también responsable del fracaso político en la aventura de 2021.
La batalla y enemistad que libra Chaparro con el delegado estatal, ex candidato de su partido a la gubernatura de Chihuahua en 2021 -a quien el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, le plació ‘resucitar’ en la delegación del Bienestar Social, tras la afrentosa derrota sufrida en junio ante la candidata del PAN-PRD, María Eugenia Campos-, y la incomodidad que debe sentir en su papel de suplente del alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar;
Quien literalmente lo tiene ‘borrado’ en el gobierno municipal de Juárez, trae jodido, muy jodido al líder estatal de Morena.
Y eso que ni siquiera hemos abordado la otra punta de la madeja, de los acérrimos críticos, de extrema izquierda de ese partido, que, por igual, tienen desde hace buen rato exigiendo cuentas al presidente estatal de Morena, a quien acusan de haberse confabulado con la dirigencia nacional para la distribución de esas candidaturas “inexplicables”, que dejaron fuera de toda posibilidad a los auténticos y verdaderos morenistas.
Por ellos, ya hubieran quemado vivo en la hoguera al presidente del partido en Chihuahua, donde nadie se hace responsable de nada, y donde nadie pide cuentas en un partido con representación política en el Congreso del Estado, donde el Grupo Parlamentario de Morena en la sexagésima séptima legislatura, ‘sobrevive’ acaso como un partido de oposición política;
Gracias a la mayoría de los diputados de Ciudad Juárez, que, con salvadas excepciones entre sus integrantes, no han logrado tener un peso específico en las decisiones trascendentales de la vida política del estado de Chihuahua.
En ese concierto de intereses políticos en torno al partido de Morena en Chihuahua, Martin Chaparro podría seguir la ‘suerte’ de Fernando Tiscareño Luján, el sobrino de la presidenta nacional del Consejo Político, Bertha Luján Uranga, que decidió desaparecer del estado y buscar mejor suerte y cobijo con las poderosas primas de la 4T.
Hoy el ex Cónsul de Protección en Los Ángeles, California, al lado de la ex senadora priísta y alguna vez Cónsul General de México en las ciudades de Estados Unidos, Martha Lara Alatorre, tiene una ‘chambita’ de bajo perfil en la Ciudad de México, gracias a sus empoderadas parientes.
En política todo tiene un principio y un fin.
Y ayer Martín Chaparro, que decidió desde hace buen rato convertirse en adversario confeso de Juan Carlos Loera, debió haber sentido ‘frio’, cuando el representante del presidente consideró que es momento de un cambio en la dirigencia estatal de Morena.
-¡Trágame tierra!-, debió exclamar seguramente el moretón de ese partido político, y de quien dicen, tiene cuentas pendientes y por aclarar ante la militancia del partido.
Con índice de fuego, Loera dijo que Martín Chaparro pertenece a un grupo político, y tiene sus preferencias con algunos actores políticos.
“Yo no soy santo de su devoción. Yo no tengo nada en contra del profesor”, dijo Juan Carlos Loera, como el chavo que lanza la piedra y luego esconde la mano después de la travesura.
“Creo que ya llegó un tiempo en el que el profe, con todo respeto se lo digo, ya tiene un desgaste natural por tanto tiempo ante la dirigencia del partido”, soltó Loera durante la conferencia de prensa convocada en la capital del estado.
El delegado del gobierno federal sabe, que, si quiere regresar al tentadero de la política con alguna representación popular en las elecciones de 2024, también tiene el tiempo contado.
Esa, quizá sea la razón verdadera para proponer un cambio en la dirigencia del partido político.
Pero, su principal adversario político en la entidad y su pandilla, tampoco están cruzados de brazos.
Oscar Ibáñez, de ‘uñas’ en el alambrado
El gris representante político de la gobernadora de Chihuahua en Ciudad Juárez, Oscar Ibáñez, se sostiene de uñas en el alambrado de la estructura del gobierno de Chihuahua.
Los mal pensados y alguno que otro detractor del afamado técnico y ex presidente de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), creen que es el momento de que Maru Campos le dé las gracias a Ibáñez por su denodado interés y sus servicios prestados en la representación del gobierno estatal en la frontera.
Oscar Ibáñez, amigo del ex gobernador Javier Corral, sigue desapercibido políticamente en Juárez.
Será, gracias a su perfil técnico, un excelente presidente del Consejo Estatal Hídrico.
Lo sabe el diputado federal pluri, Luis Serrato Castell, de quien dicen, se ha quejado más de una vez por la inanición de un técnico que fue metido con ‘calzador’ al gobierno del estado de Chihuahua.
Guardando las comparaciones, muy parecido por los nulos resultados a Mario Dena Torres, el protegido de Alejandra de la Vega Arizpe, que, de capataz de la maquiladora, lo convirtió de la noche a la mañana, gracias a su affaire con el ex gobernador Javier Corral, en representante político del gobernador de Chihuahua en Juárez. Ese es el tamaño de la estupidez que se comete en el gobierno cuando no se es político.
Cuando cualquier día los hombres del poder en la estructura de gobierno, deciden traer al ‘amigo’, ‘compadre’ o ‘socio’, o a cualquier hijo de vecina, para convertirlo en cómplices de sus arrebatos y proyectos.
Y eso le sucede a Oscar Ibáñez, académico e investigador de la UACJ, representante estatal del organismo de derecha del PAN, Desarrollo Humano Integral A.C. (DHIAC), que lo tiene justamente ocupando un espacio en la representación del gobierno, que le ha quedado bastante grande. No llena el ‘hueco’.
Bueno, pues el susodicho, rindió protesta como presidente del Consejo Estatal Hídrico de Chihuahua.
Serrato lo llama a realizar la chamba en la actualización del Plan Estatal Hídrico 2040, donde existen 734 proyectos y acciones, y donde sabe que Ibáñez tendrá mejor desempeño.
En esa encrucijada lo ‘escoltan’, Mauro Parada Muñoz, recién nombrado secretario de Desarrollo Rural, Alan Falomir, director ejecutivo de la Junta de Aguas en la capital y Alejandro Salcedo Ruiz, quien es el presidente de la Asociación Nacional de Usuarios de Riego.
Serrato Castell, representante de la gobernadora Maru Campos en el evento, dijo que el reto hídrico en Chihuahua trasciende internacionalmente y la administración del agua se impone como urgente. Se busca dar rumbo al futuro de Chihuahua.
Su salida de la representación del gobierno estatal en Juárez todavía no se oficializa, pero el agua corre por el arroyo. Algunos la escuchan…

Alejandro Domínguez, cargando con la tarola
Sin argumentos convincentes, pero cargando con la tarola para hacer ruido mediático en la orquesta del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, el anuncio del líder estatal del partidazo en Chihuahua, Alejandro Domínguez.
Se subió simplemente al carrito de la campaña nacional, a la que ha convocado Alito para desacreditar los diferentes rubros del gobierno federal.
Que Morena no debe seguir gobernando al país porque es una “desgracia”, y por qué el gobierno prometió muchas cosas a los mexicanos, y que allí están los resultados y los indicadores sobre inseguridad, economía, falta de competitividad y obras de infraestructura.
No hay nada que aportar realmente a la visita que realizó ayer a Juárez el presidente estatal del PRI.
Todo responde a la acción coordinada por el presidente nacional del PRI, en conjunto con las 32 entidades federativas, donde Chihuahua es simplemente un estado más.
El PRI quiere dejar muy en claro que el gobierno mata en el país en razón de sus acciones, que han generado un deterioro en la economía, en la integridad de las y los mexicanos, en la salud y en la inseguridad. Nada más que agregarle a la narrativa…

Joob Quintín, vergüenza y motivo de agravio
Desagradable y vergonzoso el momento que vive el Partido Acción Nacional (PAN) en Ciudad Juárez, gracias a la ‘cortesía política’ del presidente del comité municipal, Joob Quintín Flores Silva.
Como lo comentamos a principios de marzo pasado en una entrega de Torre Fuerte, el ‘Golden Boy’ de los azules en el gobierno de Maru Campos, se equivocó en la relación con la priísta, Priscila Acosta Villalpando, a quien, como mujer y madre de su hija, humilló y dejó muy mal parada entre la clase política de Chihuahua.
Especialmente tratándose de una mujer política, que le pegó a la talacha en el PRI en el sexenio de César Duarte, y quien fue suplente de la empresaria y ex diputada federal, Adriana Fuentes Téllez, a quien ahora Joob Quintín le ha ‘desgraciado’ la vida.
Hace apenas tres días, el Juez de Control que tiene el caso del expediente judicial 1223/22 por el probable delito penal de violencia familiar, decidió imponer medidas cautelares en contra del dirigente del comité municipal del PAN y regidor del Ayuntamiento.
Motivos suficientes, para que la dirigencia estatal del PAN a través de sus órganos de control y de la comisión de honor y justicia partidista, soliciten haya castigo ejemplar para el dirigente del partido, que ha dado muy mal ejemplo en materia de violencia de género.
Difícilmente Gabriel Díaz, presidente estatal del PAN se aventará el tiro en contra del presidente del comité en Juárez, pero lo hará solo si la gobernadora y la gente a su alrededor consideran que es necesario un castigo ejemplar para el líder de los ‘Golden Boys’.
Por cierto, discreta, casi pusilánime, la declaración del coordinador de la bancada en el PAN en el Congreso del Estado, Mario Vázquez, con respecto al proceso judicial y a las medidas cautelares dictadas por el Juez en contra del político panista que debe ser vergüenza y motivo de agravio, para una mujer que ahora es gobernadora: María Eugenia Campos Galván.
Si no hay castigo en contra de Joob Quintín, no se la van a perdonar en el PAN, donde se predican las buenas costumbres, el bien común, la moral y todos los valores habidos y por haber.
Si un Juez de Control impuso medidas cautelares al líder panista para no acercarse a determinados lugares, ni acercarse a Priscila y a su hija, el PAN está obligado a retirarlo de la dirigencia del partido.
La causa penal radicada en el expediente 1223/22 por el probable delito penal de violencia familiar, es motivo suficiente.
El próximo viernes es la fecha de audiencia de vinculación o no a proceso penal.
Y es momento para que la gobernadora, al margen de la decisión que tome el Juez, ponga orden entre los hombres que gobiernan al partido político.
