Por: Lic. Raúl Ruiz
Periodista y Analista Político
Fue mucha la presión mediática contra el fiscal anticorrupción, Abelardo Valenzuela, que optó por instrumentar un burdo operativo de irrupción en el domicilio del alcalde. Para calmar el apetito de sangre que han buscado los adversarios de Cruz Pérez Cuéllar, en su propósito por descarrilar su posible reelección.
Aparentemente se trata de un embargo contra el propietario del inmueble Daniel Pando.
Sin embargo, el lujo innecesario de la violencia psicológica creada contra la familia del alcalde con el despliegue de patrullas y uniformados de la fiscalía, (4 ministerios públicos y 11 agentes) causó gran impacto psicológico a los niños y esposa de Cruz Pérez Cuéllar.
En rueda de prensa, el fiscal anti corrupción, dio a conocer a los medios el propósito del operativo, que por cierto no es contra el alcalde, sino contra el dueño del inmueble, que todos sabemos, se trata de Daniel Pando, quien fuera funcionario municipal en tres diferentes administraciones, incluyendo un año en la actual administración.
El motivo del operativo fue para investigar a fondo los bienes inmuebles de este personaje, y fincarle responsabilidad por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito.
PERO ECHARON A LA CALLE A SU FAMILIA.
Aseguró que en ningún momento se violaron los derechos humanos de nadie, y se cuidó hasta el último detalle para otorgarle al supuesto delincuente la presunción de inocencia y el respeto al debido proceso.
Aseguró también que no hay por lo pronto ningún dictamen en contra del alcalde, ni mucho menos una orden de aprehensión, como corría el rumor.
Posiblemente el día de mañana, habrá un pronunciamiento de parte del alcalde con licencia.
En tanto que el presidente del CDE del PAN, citó a los medios a rueda de prensa en sus oficinas de Chihuahua.
En más de cinco ocasiones, el fiscal, reiteró que el mandato judicial para el aseguramiento de la casa, obedecía al propósito de “inmovilizar el inmueble”.
Según mi conocimiento jurídico un inmueble no se mueve.
Nomamespancho.
Una cosa es cierta, aquí va a haber un agarrón entre los abogados de la familia de Cruz, y los rudos mastines de la fiscalía.
Hay más. Esto solo es el principio.
Una cosa sí les digo, esto en vez de dañar la imagen del aspirante a la reelección, causará el efecto contrario.
Tratarlo como perro del mal sensibilizará a la ciudadanía juarense a su favor.