Sábado, Diciembre 13, 2025
El color del Semáforo es naranja

El Meollo del Asunto

Por: Daniel Valles

La mejor medida para contener al Covid, es el evitar las fiestas. Dijo El secretario de Salud, Eduardo Fernández Herrera, quien ayer domingo anunció que la región Juárez pasará al color naranja del semáforo epidemiológico.

¿Qué significa esto? Que a partir de hoy lunes tendremos que observar medidas protocolarias restrictivas para la vida diaria. Para las actividades que todos desarrollamos. Pero, sobre todo, significa que no nos hemos portado a la altura de la pandemia que vivimos. Que a la mayoría de la gente le importa poco el qué sucederá y que salgamos de la etapa de la pandemia.

La medida ha creado incertidumbre entre la gente. No alcanzan a comprender la medida. Y esto se debe a que la misma autoridad estatal ha estado como jugando con el espectro de los colores del semáforo.

Amarillo con restricciones de naranja, para dar un tono ni amarillo, ni naranja. O para no llegar al rojo, un naranja subido o intenso. Se aplican ciertas restricciones del rojo, pero en color naranja, para que no de detenga la actividad económica.

Difícil la decisión del gobierno estatal. Pero si cuando se postularon para el gobierno no consideraron que el gobernar exige tomar decisiones difíciles e impopulares y si no las toman, es que no estaban listos para asumir la función de gobierno y les ha quedado grande el puesto

El semáforo naranja que tenemos, viene en medio de lo que “pomposamente” han llamado un supercierre. Es decir, toda actividad en grandes centros comerciales, supermercados, plazas, auditorios, iglesias y aún, limitando las actividades al aire libre, se cesaron este fin de semana que pasó hasta hoy lunes temprano.

Se reanuda el supercierre, a partir de las 23:59 horas del próximo viernes y hasta el lunes 3 de mayo, a las 6 de la mañana.

Tal vez crea la autoridad que el virus atenderá la orden gubernamental y no saldrá durante el fin de semana.

La gente misma sabe que puede hacer de todo, menos ir a los establecimientos que no están abiertos. Claro. Pero no se ha detenido para llevar a cabo las reuniones que ha querido. Bueno, menos en salones de fiestas.

El semáforo naranja en todo el estado estará activo durante los próximos 15 días, dijo el secretario en un mensaje transmitido ayer domingo en redes digitales de Gobierno del Estado.

¿Por qué se da esta medida?

Insisto, porque no toda la gente ha hecho lo que le corresponde. Porque las autoridades tampoco. ¿Pero, qué más puede hacer?

El siguiente paso sería obligar al cierre total de actividades. A un “parón” de toda actividad.

Esta es una decisión que no tomarán a menos que hayan sido desbordados los sistemas de salud estatal. Lo que es poco probable que hagan. No que suceda lo segundo.

¿Qué nos queda? Ser nosotros los que pongamos el remedio. Pero eso es más difícil que como dicen, “pelar un chango a nalgadas”. La gente no quiere. Lo estamos viendo.

La modificación en el color del semáforo se esperaba. La hemos venido anunciando casi “proféticamente”. Sabíamos que quince días después de las vacaciones por la Semana Santa, estaríamos como hoy estamos. Con un alza en los contagios y en los fallecimientos por Covid.

El secretario de Salud, Eduardo Fernández Herrera, explicó que. “la modificación en el color del semáforo se debe a que Ciudad Juárez registró un comportamiento negativo en los últimos días al pasar de 12 a 18 puntos en el semáforo epidemiológico, por lo que se tomó la decisión de aplicar las mismas medidas restrictivas que en el resto del estado, con la finalidad de frenar los contagios”.

Así que ya lo sabe, si sale a desayunar, comer o cenar, espere una reducción del aforo de restaurantes y restaurantes-bar del 70%. Es decir, operan con un 30 por ciento en el interior y de un 50 por ciento en el área de terraza.

No podrán ofrecer el servicio de bufete y deberán operar con las ventanas abiertas.

La medida afectará las campañas políticas. También al arranque de las mismas, pero por la presidencia municipal y la sindicatura, así como las diputaciones locales.

No se pueden llevar a cabo reuniones con mucha gente y que se sirvan alimentos o bebidas que no sean embotelladas.

Lo que significa que los compañeros de la fuente, tendrán que cubrir la nota sin el clásico desayunito o taquizas, que los candidatos acostumbran darles para que asistan a las conferencias de prensa.

¿Tiene que ver el factor político para el cambio de color en el semáforo? Definitivamente, sí. Pero también el económico.

Seguro que la autoridad está buscando que no se saturen los hospitales y clínicas. Ya tienen la experiencia de lo sucedido en octubre y noviembre del pasado año. Ese creo que es el motivo principal.

Cuidar la economía que se encuentran muy dañada y cuidar la salud, es lo básico. Echarle a perder la campaña a una persona en particular, es un tanto más difícil de afirmar, porque el semáforo les afecta a todas las personas que aspiran a un puesto de elección. Y sin descartar que el motivo exista, es el menos importante.

Tenemos más de un año con esta pandemia encima y parece que el mayor problema para erradicarla es el cambiante factor humano. El que a todo se adapta y el que demuestra siempre un rasgo particular, la rebeldía.

No se quiere entender que somos las personas, las que trasmitimos este virus y somos las personas las que podemos detener la cadena de contagios.

¿Bastarán dos super cierres y dos semanas de semáforo naranja para detener la amenaza que está sobre nosotros?

Lo sabremos para el 10 de mayo. Cuando tendremos encima otra festividad que evita que restrinjamos la movilidad y nos quedemos en casa. Como nos invita la autoridad estatal. Ahí, El Meollo del Asunto.

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