Industria deberá acelerar la automatización y la digitalización de los procesos productivos.
La presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación Rosa Isela Molina Alcay informó que, ante la propuesta de la reducción de la jornada laboral a 40 horas, se presentarán diversas afectaciones a las empresas, particularmente en la productividad y estiman que, por la poca capacidad de adaptación, se incrementará la informalidad.
El organismo empresarial dio a conocer su postura al respecto, destacando las afectaciones dependiendo del sector y del tamaño de las empresas, por lo que deberá prevalecer la capacidad de adaptación y considerar el aumento en los costos laborales, pues aquellos corporativos que requieran la operación por más de 40 horas, deberán pagar horas extras y contratar más personal.
De igual manera, al tener una jornada laboral reducida se tendrán que hacer ajustes operativos y organizativos y para ello tendrá que hacerse el rediseño de los turnos de producción y considerar la continuidad de la atención a los clientes, ya que, por la reducción en la productividad, tendrán más dificultades logísticas.
En cuanto a los procesos productivos, se reducirán los tiempos de respuesta, lo que obligará a las empresas a mejorar la productividad a corto plazo implementando sistemas para aumentar la eficiencia, lo que supone más inversión, dijo.
Molina Alcay destacó que sectores con posibilidades financieras o tecnológicas podrán adaptarse fácilmente a los requerimientos, pero aquellos que no tengan esta capacidad corren el riesgo de seguir su funcionamiento, pero en la informalidad, ya que las pequeñas y medianas empresas no podrán absorber los costos adicionales; incluso se puede potenciar la automatización y la digitalización para seguir en niveles óptimos de productividad.