Por más de 23 años se le negó a la familia acceso al expediente por no poder acreditar el parentesco, después de que se asentó el nombre de forma equivocada en la carpeta de investigación
Asi es como en aras de reivindicar la memoria de la niña Sonia Iveth Sánchez Ramírez y/o Sonia Iveth Ramírez Ramírez así como los derechos humanos de su familia, la Fiscalía General del Estado, a través de la Fiscalía de la Mujer, brindó una histórica disculpa pública por la serie de omisiones cometidas por las y los servidores públicos responsables de investigar su secuestro y posterior homicidio.
Sonia Iveth, nació en Santa Bárbara pero creció en Chihuahua donde su familia estableció su domicilio buscando mejores oportunidades; aún a su corta edad Sonia Iveth fue alegre, detallista, compartida y con una gran calidad humana, llena de humildad, agradecimiento y amabilidad. Una niña que se interesaba por los demás con dotes de liderazgo, pero siempre procurando la protección para quien ella tuviera que brindarla y con el gran sueño de ser licenciada.
Su desaparición, se registró el 8 de agosto de 1996 cuando ésta viajó a Ciudad Juárez para reunirse con su familia. Cuando su hermana intentó reportar su desaparición, el personal de la entonces Sub Procuraduría Zona Norte desestimó el caso y le dijeron que seguramente se había ido con el novio y que regresara en 72 horas si es que continuaba desaparecida.
Resultado de esta negligencia, a la mañana siguiente se localizó el cuerpo de la niña con visibles huellas de violencia física y sexual, en un lote baldío ubicado atrás de la actual Fiscalía de Distrito Zona Norte.
Para el 10 de agosto de 1996, la Sub Procuraduría inició con las investigaciones, sin embargo, la identificación del cuerpo de la niña Sonia Iveth se hizo de forma errónea y se asentó el nombre de forma equivocada en la carpeta de investigación, lo que ocasionó que por más de 23 años se le negara a la familia acceso al expediente por no poder acreditar el parentesco.
Con posterioridad se procesó a dos personas, que más tarde fueron exonerados debido al uso discrecional e indebido de funciones por parte de los servidores públicos encargados de la investigación.
En un acto histórico, el Estado reconoció por primera vez la plena responsabilidad por las omisiones y falta de debida diligencia en la investigación de estos hechos, así como las reiteradas violaciones a los derechos humanos de su familia.