Reformas buscan proteger al campo mexicano y frenar acaparamiento de concesiones
Durante su intervención en la Cámara de Diputados, el legislador juarense Alejandro Pérez Cuéllar destacó los avances de la nueva Ley General de Aguas y las reformas a la Ley de Aguas Nacionales, tras un proceso de diálogo con productores chihuahuenses que aportaron sus preocupaciones y sugerencias.
El diputado informó que la iniciativa presidencial recibió 68 modificaciones esenciales orientadas a proteger a quienes dependen de la tierra y del agua para su sustento y la producción de alimentos.
Entre los cambios más relevantes se encuentran:
Protección del binomio tierra–agua: La concesión de agua se mantiene vigente al venderse o heredarse una parcela, asegurando que la propiedad y el acceso al recurso permanezcan unidos.
Fin al acaparamiento: Se establecen reglas claras para evitar la acumulación de concesiones sin uso y frenar la especulación.
Garantía de herencia: La Comisión Nacional del Agua (Conagua) deberá emitir nuevos títulos en un máximo de 20 días, ofreciendo certeza jurídica a las familias.
Fondo de Reserva de Aguas Nacionales: Permitirá dotar de agua a comunidades y pueblos históricamente marginados, con énfasis en zonas rurales e indígenas.
Impulso a la captación de lluvia: La ley promueve la captación comunitaria y familiar como herramienta frente a la sequía, aclarando que nadie se apropiará del agua pluvial.
Pérez Cuéllar destacó que estas reformas ofrecen certeza a los productores de Chihuahua, un estado afectado por la sequía, y responden a la necesidad de ordenar la transmisión de concesiones y corregir un sistema que generó inequidades.
El legislador subrayó que la reforma no pertenece a un partido político, sino “al campo, a la gente, a México”, y afirmó que las decisiones actuales definirán la disponibilidad de agua para las futuras generaciones.